Si escuchamos a alguien que dice: “A aquest xaval, un paio li ha pispat els calés que portava i ara no pot Jalar” («A este chaval, un tipo le ha chorrado el parné que llevaba y ahora no puede jalar») sabemos perfectamente lo que está diciendo.
Lo que quizás no sabe tanta gente es que son todas palabras derivadas del antiguo Romaní ibérico (conformado por el romaní español, el romaní catalán y el error-minchela o romaní vasco), ahora extinto y del que sólo sobrevive vocabulario, conocido como caló, por lo que los gitanos de la península ibérica no se pueden entender con ninguno de los diferentes dialectos del romanó que se habla en los lugares de Europa con presencia gitana.
El caló catalán o el caló español son lenguas mixtas surgidas del contacto, pero con fórmulas gramaticales incorporadas de las lenguas que lo absorbió, tras un duro proceso de persecución, y de donde destaca por su crueldad e intensidad la de reinado de Felipe II (1539) cuando los gitanos son enviados a galeras y La gran Redada (La gran Redada de 1749) bajo el reinado de Fernando VI.
Así el caló mantendría la raíz romaní de muchas palabras pero añadiendo las desinencias del catalán o el castellano. Esta habla también estuvo menospreciada, como demuestra su inclusión en numerosos diccionarios de incluirla con categoría de «jeriguenza o Germanías», que es como se llama la jerga de delincuentes y marginados.
Revista DÍGAME Martes 23 de julio 1946
Recuperado desde el fondo documental del carrer de la cera.
Destacamos el comentario recogido por el estudioso Manuel Martínez cuando cita las palabras de un miembro de la Guardia Civil en 1865: : «un pilluelo no se convierte en un ser maligno y terrible, hasta que aprende el caló, lenguaje que lleva a su infame inteligencia el conocimiento de todo un arte de guerra social»
Así hablar caló fue un estigma y convertido por los mismos gitanos en un acto de resistencia para mantener el secreto, por lo que hablar «gitano» fue una estrategia para defenderse y protegerse de la sociedad hegemónica.
La propia comunidad gitana, en general, no vio con buenos ojos su aprendizaje por parte de no gitanos.
Excepciones sería personajes como el erudito y predicador evangélico inglés George Borrow (llamado por los gitanos de la época como «Jorgito el inglés» en la España del siglo XIX), que tradujo la biblia al caló, por lo que fue encarcelado o, en el caso del caló catalán, en la obra del escritor y dramaturgo Juli Vallmitjana.
Es gracias a sus obras que se ha mantenido un valioso documento sobre la cultura y habla de los gitanos y las clases popular de Barcelona, habla llamada «Xava» y con raíces en la palabra caló para designar al joven masculino y femenino ( «chavo «y» chavi «) y que derivará en el nuestra chaval y chavala.
Las palabras del caló que se podía oír en su obra y su diccionario es un documento excepcional y singular dentro de la literatura de la época para mostrar ese caló vivo y híbrido que era el sonido inconfundible de las calles de Calle de la Cera, Mercado de San Antonio o Montjuïc.
Desde 2015, el 5 de noviembre se celebra el día internacional de la lengua Romani para sensibilizar sobre el que es un patrimonio lingüístico de la humanidad.
Si pulsa en este link podrá consultar el dossier informativo creado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Consejo del Pueblo Gitano para divulgar la lengua romaní y sus diferentes dialectos.
EQUIPO MOVGCAT
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