Detrás de cada gitana y cada gitano se esconde la historia de un pueblo con una convulsa y rica historia siempre escrita desde fuera; relegados a ser figurantes de paisajes folclorizados (en Cataluña y en España), objetos de estudio pasivos y acríticos, en el mejor de los casos, cuando no, en muchos archivos oficiales, punto de vigilancia y control de las diferentes persecuciones y asimilaciones, desde la primera pragmática de 1499 por parte de los Reyes Católicos, hasta las más recientes casos de antigitanismo atizados por redes sociales y medios de comunicaciones.

La voz de las gitanas y los gitanos -con la excepción de los pocos medios de expresión propios tradicionales, como han sido, en nuestro país, la Rumba Catalana y el flamenco- ha sido invisibilizada.

Los presentes testigos, recogidos por los diferentes archivos de MOVGCAT, son las voces sabias y llena de orgullo de abuelos y abuelas que son libros vivientes, y que, al abrir sus corazones, dan vida y luz a sus historias, tejiendo así la memoria de un pueblo a través de sus gentes.